El gran libro del cuerpo humano

23,03 
En este libro hay mucha información sobre todas las partes del cuerpo humano: el esqueleto y las articulaciones; la piel y los músculos; los pulmones y el sistema respiratorio; el corazón y el sistema circulatorio; la vista, el oído, el olfato, el gusto, el aparato digestivo, el cerebro y el sistema nerviosoAl leerlo, descubrirás cómo es un embarazo, por qué late el corazón,á por qué tosemos, cuál es el hueso más pequeño del cuerpo, por qué es importante dormir, qué son el pis y la caca, o por qué hay gente que usa gafas.Incluye un esqueleto móvil y más de 60 solapas, lengüetas y pop-ups para mover las articulaciones, comprender la respiración y la digestión, ver cómo es la lengua, observar el oído interno y el interior de la nariz y los ojos.Edad recomendada entre 4 y 12 años.

Laberintos de dinosaurios (pegatinas)

2,84 
Preparados, listos, ¡ YA ! Explora el reino animal, prepárate para una aventura prehistórica o entra en acción con vehículos extraordinarios mientras resuelves montones de laberintos con estos magníficos libros de actividades que contienen más de 300 pegatinas y extraíbles para que los más pequeños disfruten durante horas.

Elmer

11,49 
Elmer no es como los otros elefantes de su manada. Aunque parezca difícil de creer, es un elefante de mil

Adivina cuánto te quiero con peluche

18,75 
A veces, cuando queremos a alguien mucho, mucho, intentamos encontrar el modo de describir el tamaño de nuestros sentimientos. Pero como nos muestra esta maravillosa historia, el amor no es algo fácil de medir.

A qué sabe la luna

14,42 
Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar un pedacito. Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e intentaban cogerla, alargando el cuello, las piernas y los brazos. ¿Quién no soñó alguna vez con darle un mordisco a la luna? Este fue precisamente el deseo de los animales de este cuento. Tan solo querían probar un pedacito pero, por más que se estiraban, no eran capaces de tocarla. Entonces, la tortuga tuvo una genial idea: ?Si te subes a mi espalda, tal vez lleguemos a la luna?, le dijo al elefante.